Así como los discípulos camino a Emaús, se sintieron abatidos, desilusionados, quebrantados, y asustados, después de la pasión y crucifixión de Jesús, así también nosotros experimentamos sentimientos parecidos en nuestro camino. Igualmente, en la incertidumbre de las noticias sobre la resurrección, el Señor aparece junto a dos discípulos quienes llegan a reconocerlo al partir el pan.
La misión del Centro Emaús es asistir a otros en su camino por la vida, especialmente en tiempos de dolor, de angustia psicológica, de inestabilidad en las relaciones. Jesús, el Divino Sanador, y el equipo del Centro Emaús, muestra ese amor de Dios a sus clientes, y le ayudan a reconocer la presencia sanadora de Dios en sus vidas.